Ver en una misma mesa a una parte importante del protagonismo en la salud de la Argentina actual, no es poca cosa: Tomás Sanchez de Bustamante representando a OSDE, Hugo Magonza representando a CEMIC, Hector Vazquez en nombre de la Superintendencia de Salud, Hector Daer por la Obra Social de la Sanidad, y el siempre admirable libre pensador Pablo Giordano del sector de la medicina prepaga (Staff médico). De los tres últimos, que hicieron exposición de su posición e ideas, fué Giordano el que se mostró más analítico y crítico respecto del cuadro de situación actual. Hizo hincapié en el envejecimiento poblacional y la dificultad de la cobertura irrestricta a través del plan médico obligatorio. Fue interesante también su análisis de la conducta médica lindante con el ensañamiento terapéutico, y la actitud abandonica de los familiares a la luz actual de los valores de esta sociedad de consumo.
En definitiva su abordaje fue más allá del mero análisis coyuntural, para ahondar en temas como la ética, la moral, y otros que hubiesen merecido un congreso especialmente a tal fin. (ya el día anterior en la disertación de Natalio Botana se había examinado la problemática moral que aqueja a estos tiempos)
Como lo manifestara Marcelo Mastrángelo, Presidente de ACAMI, no se observó debate entre los panelistas.
Y aquí la pregunta que surge es: ¿se trató de un verdadero consenso entre las distintas partes del sistema de salud? Más bien pareció tratarse de un estado de cosas donde es poco lo que se quiere modificar.
El hospital público,no pareció estar representado en esa mesa.
Tampoco el día anterior se abrió a análisis ante la pregunta del que suscribe, a Ruben Torres ex Superintendente (admirable funcionario en cuanto a lo efectuado durante su gestión)quien se limitó a hablar sobre lo efectuado en cuanto al recupero del cobro por los Hospitales de autogestión.
Otro tema a que mereció o un análisis elíptico fue el actual sistema de incorporación de prácticas y medicamentos al Plan Medico Obligatorio, lo cual según Héctor Vázquez ahora pertenece a la esfera exclusiva del Ministerio de Salud, ya no de la Superintendencia.
Son tiempos de cambios, con una nueva ministra, y nuevos funcionarios en el área de salud. Veremos entonces si el año 2008 trae nuevos vientos para la salud de los argentinos, y el siempre relegado hospital público que a esta altura de las promesas debe ser una verdadera posible elección para quienes la medicina prepaga es un lujo, y las obras sociales difíciles de alcanzar.